domingo, 10 de noviembre de 2013

A MODO DE HOMENAJE: SOBRE EL YO ACUSO DE DEMETRIO LOPERENA DE 2007.


El recientemente fallecido catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad del País Vasco y Decano de la Facultad de Derecho de San Sebastián de la misma Universidad, el aezcoano Demetrio Loperena Rota escribió el 10 de agosto de 2007 un artículo, titulado "Yo acuso", en el que se refería a la postura del PSN de romper las negociaciones con Nafarroa Bai, posibilitando así la continuidad del Gobierno de UPN. A modo de homenaje a su figura y considerando la persistencia de las cuestiones a las que se refería entonces, reproducimos aquel artículo, así como el comentario sobre el mismo que se hacía en una entrada en el blog Nabarratik.

El artículo decía lo siguiente:

“El presidente del Gobierno de España ha sido secuestrado por su Ejecutiva con luz y taquígrafos. Un castigo por su aparentemente errónea política antiterrorista y una maniobra descarada para que no sea el próximo presidente del Gobierno. Ninguna persona insegura o débil puede ganar unas elecciones.

Ante la pérdida de la última esperanza de normalización política en Navarra, yo acuso.

Yo acuso de discriminación planificada contra los navarros que se sienten vascos contraviniendo gravemente el principio de no discriminación que garantiza la Constitución, arts. 1.1, 3.3 (la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección) y 9.2 (obligación de remover los obstáculos para que la igualdad adquiera su plenitud).

Yo acuso de violar sistemáticamente el art. 44 de la Constitución negando el derecho a la cultura vasca a la mayoría de los navarros.

Yo acuso de tratar institucionalmente a los navarrovascos como subciudadanos, esto es, privados de algunos derechos fundamentales, creando una suerte de guetos administrativos a través del mecanismo malicioso de convertir en sinónimas las palabras vasco y etarra.

Yo acuso de empujar a la cultura vasca al único refugio político del nacionalismo vasco.

Yo acuso de que en Navarra ser vasco y español sea imposible.

Yo acuso de vetar en el ámbito institucional lo que en el ámbito social es normal. En Navarra, en todas las familias o grupos de amigos existen vasquistas y no vasquistas y hemos aprendido a llevarlo con normalidad. Cuando Adolfo Suárez recibió el encargo del Rey de democratizar España, sintetizó con estas sabias palabras su proyecto: "Tenemos que asumir institucionalmente como normal lo que en la calle es sencillamente normal". En Navarra se sigue caminando en sentido inverso.

Yo acuso de que para promocionar en la Administración e indirectamente en muchas empresas, hay que despojarse de los aditamentos vascos, relegando su disfrute a la intimidad.

Yo acuso de practicarse la delación a los efectos anteriores.

Yo acuso de discriminar al asociacionismo navarro que incorpora señas de identidad o proyectos filovasquistas.

Yo acuso de convertir en invisibles en el exterior las aportaciones navarras a la cultura vasca.

Yo acuso de favorecer con estos comportamientos el mantenimiento de un sector de la juventud radicalizado.

Yo acuso de que en la mayor parte de las oposiciones en Navarra se da a la lingua navarrorum, como la llamaron los romanos, igual valor que al conocimiento de lenguas extranjeras.

Yo acuso de que los altos funcionarios del Estado destinados a Navarra tienen que medir sus decisiones ante el temor de ser tenidos por filovasquistas.

Yo acuso de purga previa para nombrar a los miembros del Consejo de Navarra, del Tribunal Administrativo de Navarra o, más recientemente, del Consejo de Redacción de la Revista Jurídica de Navarra.

Yo acuso de negarse a convertir en municipios vascófonos a los que sus ayuntamientos lo han solicitado.

Yo acuso de discriminar brutalmente en el plano económico a los ayuntamientos desafectos, esto es, vasquistas.

Yo acuso de hacer política antivasca hasta con las señales de tráfico.

Yo acuso de que lo que es normal en materia cultural en todas las demás comunidades autónomas con lengua propia en Navarra sea sacrilegio.

Yo acuso de promocionar prácticas políticas antidemocráticas como es el frentismo.

Yo acuso de manipular la historia de Navarra para que la lengua vasca no exista, a pesar de ser la más hablada hasta hace poco más de dos siglos.

Yo acuso de que los estudiantes euskaldunes no tienen los mismos derechos en su educación que los castellano-hablantes.

Yo acuso a la Iglesia católica de convertir al clero euskaldun en invisible; de no atender en vascuence a gran parte de los feligreses de este idioma; de hacer sentir vergüenza a muchos navarros de buena fe por hablar euskera.

Yo acuso de echar la culpa de todos nuestros males a la oposición, especialmente si es vasquista. En Navarra, a diferencia del resto del planeta, la culpa de lo malo siempre la tiene la oposición, nunca el Gobierno.

¿Estáis seguros de que "por responsabilidad", como dice Pepiño, vais a favorecer la investidura de quienes ignoran a sabiendas algunos derechos humanos de muchos navarros? ¿Estáis seguros de no estar contribuyendo a la caída de Zapatero, deseada por algunos fósiles de vuestro partido?”.

Por su parte, en el blog Nabarratik, en el que se siguió con detenimiento aquel proceso negociador, se comentaba sobre dicho artículo:

“Estamos de acuerdo con todas esas aseveraciones. En sí, lo más preocupante del boicoteo del PSOE a un gobierno transversal de convivencia y progreso con Nafarroa Bai y con IU es el hecho de que tras él late la apuesta por un sistema político, el sistema político del Amejoramiento que este año cumple 25 años, en el que el tercio del electorado vasquista queda relegado a una situación de exclusión. Ese tercio de la población queda subordinado a una posición de ciudadanos de segunda ya que, con la excusa de las "razones de Estado", se le aparta de las opciones de gobernar y administrar Navarra. Esa posición subordinada hace que los discursos constitucionalistas referentes a la igualdad de los ciudadanos ante la ley queden aquí, en la práctica, ciertamente disminuídos”.  

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